En esta novena sesión del Curso de Bolsa Básico acabaremos de ver la subasta de apertura. También veremos el funcionamiento del mercado abierto en España así como la subasta de cierre y sus principales características.
En esta sesión también abordaremos dos hechos o acontecimientos relacionados con el funcionamiento del mercado que todo inversor debe conocer. Se trata de las suspensiones de cotización y de las subastas de volatilidad.
Ambas son sensiblemente diferentes ahora bien tiene como factor común que los valores dejan de cotizar, ahora bien por motivos bien diferenciados.
Por un lado existen las denominadas suspensiones de cotización. El regulador, CNMV en el caso del mercado español, suspende de cotización a una determinada compañía por algún motivo o hecho que considera relevante y que afecte a los accionistas de dicha compañía. Dichos hechos pueden ser muy variados: desde operaciones corporativas que afecten a al compañía (OPV, OPA) hasta noticias que afectan de manera relevante el buen hacer de la empresa (presentación de cuentas fuera de plazo, etc). Estas suspensiones no tienen una duración determinada y puede variar desde horas hasta días, incluso meses. Tras la cual, la CNMV levanta dicha suspensión y el valor vuelve a cotizar con normalidad.
Por otro lado existen las subastas por volatilidad, que como su nombre índica tienen lugar cuando el valor está afectado por una determinada volatilidad en sus cotizaciones. Es decir, si el valor sube o baja un determinado porcentaje (denominados rangos de volatilidad), automáticamente salta dicha subasta de volatilidad de 5 minutos de duración.
Se introdujeron en España por primera vez en mayo de 2001 (anteriormente existían unos límites de fluctuación relativamente amplios)
Podemos interpretar dicha subasta como una parada en el mercado con el fin de que los compradores y vendedores “paren a pensar” sobre dicha variación (rangos). Esto no significa que una vez finalizada la subasta el valor pueda seguir subiendo o bajando pero gracias a estas paradas, podemos interpretar que la subida o bajada se efectúa de manera más ordenada.
Para finalizar veremos que hay dos tipos de subastas por volatilidad, las de rotura de rango estático o dinámico, en función de el precio que tomemos como referencia para calcular dicha variación (precio resultante de la última subasta o precio resultante de la última negociación realizada en el mercado).
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